Actualmente la demanda de lacado de puertas en blanco ha crecido bastante respecto a los últimos años. Este tipo de tratamiento aporta grandes beneficios a la madera y una de las preguntas que más nos hacen es si este proceso es costoso.
Nuestra respuesta es que siempre es preferible que este proceso sea llevado a cabo por profesionales, ya que al hacerlo de forma casera, los resultados son notablemente inferiores, las puertas no disfrutarán de la misma resistencia y el tacto no será el buscado.
Gracias a un lacado profesional, las puertas gozaran de una mayor resistencia, durabilidad y un acabado más estético y funcional.
Si aún así se escoge la opción de lacado casero, a continuación te explicamos los pasos necesarios a seguir.
- Escoger un lugar adecuado, con amplitud: para empezar debemos cubrir suelos y paredes con papel plástico, a fin de proteger los mismos frente a salpicaduras. Después de esto debemos colocar la puerta horizontalmente sobre dos caballetes.
- Preparar la puerta: quita bisagras y manivelas para mayor comodidad. Lija la puerta para quitar el barniz y abrir los poros de la madera (recomendamos lija de grano 100/120). Tras llevar a cabo este proceso, ya sea manualmente o con máquina, debemos retirar todos los restos del lijado.
- Aplicación de fondo: tras la limpieza de los restos del lijado, debemos aplicar una capa de sellado en la que es útil el agua o un disolvente aplicado con brocha, tras esto debemos esperar a su secado. Una vez seco aplicaremos una segunda capa y una tercera después si fuese necesario.
- Lijado: en este momento tendremos que lijar la puerta para retirar la capa selladora del paso anterior con una lija fina de grano 180/240. Lo recomendable es llevar a cabo este proceso de manera suave y haciendo círculos. Para terminar el cuarto paso, limpiaremos la puerta con un trapo con el fin de retirar el polvo del lijado.
- Aplicación de laca: